“La vida es como andar en bicicleta. Para mantener el equilibrio debes estar en movimiento”. Albert Einstein.
Y un día despertamos y nos damos cuenta que ya hemos tocado
fondo, que el mundo tal como lo conocemos ya no es el mismo porque está en
constante cambio y más todavía, lo que nos emocionaba, hoy, tan solo es un
recuerdo, todos los días vivimos nuevas experiencias. O como dice uno de mis
mejores amigos: nunca te vas a la cama sin aprender algo nuevo. No hay que
asustarse, es normal estamos madurando, a veces nos duele tanto madurar, que
siento que es parecido a lo que sentíamos
cuando éramos niños y nuestros huesos se estiraban y nos dolían, así
creo que es como nos sentimos cuando estamos madurando, nos saben las
experiencias un tanto amargas, otras bueno, nos hacen reír y algunas son
dulces, como cuando dimos nuestro primer beso, o como cuando nuestras madres
secaban nuestras lágrimas.
La experiencia de vivir es emocionante, si lo vemos de la
forma aventurera, porque, cuantas experiencias podemos vivir, a cuantas
personas podemos amar, cuanta gente se puede conocer, cuantas despertares en
todo el sentido de la palabra podemos tener, cuantas perdidas, cuantos
reencuentros, cuantos perdones y cuantos olvidos, cuantos juramentos rotos,
cuantas nuevas aventuras emprendemos en toda nuestra existencia y cuantos
montes escarpados del conocimiento tenemos que subir.
Creo, que lo importante es vivir con la conciencia plena que
no son errores los que cometemos sino experiencias que nos hacen vivir y nos
permiten conocer nuestras fortalezas y debilidades.
Así que si un día despertamos con la idea de habernos
equivocado, lo mejor será reír y agradecer.
En lo personal escribo esto porque siento que estoy
levantándome de nuevo de una caída sin paracaídas y toque por fin fondo.
Por eso hoy agradezco estar aquí y ahora escribiendo de
nuevo.
Gracias a todos los que me leen, prometo escribir cosas muy
interesantes.
Mundo estoy de regreso.
Luz y amor en sus vidas.
Alejandra
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