¿Y si alguna vez nos decidimos a ser lo que realmente somos, en
lugar se de ser lo que otros quieren que seamos?
Cuenta una leyenda que hace mucho tiempo
cuando existían los gigantes en Europa existió un gigante que era amigable con
los humanos, era una época fantástica donde los gigantes convivían con los
humanos, de hecho se dice que sirvió al Rey Arturo.
Siglos más tarde un escritor francés escribió
una serie de libros acerca de sus aventuras.
Este gigante era muy amistoso con los
humanos y acostumbraba llevar en sus bolsillos a uno que otro humano que pedía
su protección, porque temerosos de afrontar la vida por ellos mismos, le solicitaban
ayuda , él con gusto los protegía a cambio de que ellos estuvieran a su
servicio por siempre, en otras palabras él los "protegía" pero ellos eran
sus esclavos.
¿Cuántas veces hemos estado en alguna
situación similar?
¿En cuántos bolsillos de “gigantes
amistosos” hemos vivido? Que tan amablemente nos acogen en su bolsillo y nos
hacen sentir que no podemos vivir sin su protección, o ¿Alguna vez también
nosotros fuimos gigantes amables de alguien? y les hicimos lo mismo.
Dependencia a personas, a vicios,
situaciones, estados de ánimo, a cuantas cosas somos dependientes, que por
algún motivo no nos atrevemos a dejar, por cualquier pretexto.
Ese clásico "pégame pero no me
dejes", "te celo porque te quiero", "sin ti me muero",
"sin él o ella según el caso no puedo vivir".
Pero, regresemos a la historia, resulta
que algunos humanos decidieron dejar su "cómoda vida" dentro del
bolsillo y se decidieron a saltar fuera de él, algunos, bueno, argumentaban que
no podían porque el gigante los tenia esclavizados y no podían dejarlo, así que
se quedaron , después un tiempo, como siempre las vueltas que da la vida, se
llegaron a encontrar los que estaban fuera con los que aun seguían dentro, les contaron
sus aventuras fuera del bolsillo, eran más felices, tenían una vida nueva, pero
desafortunadamente, los que estaban en el bolsillo no les fue suficiente y prefirieron
quedarse por siempre ahí.
¿Algunas veces nos ha pasado una situación
similar? A mi si, algunas veces he estado en los bolsillos de algún “gigante
bondadoso”, pero otras muchas más he sido de los esclavos libres que se decidieron
a experimentar algo nuevo y escape.
Sé que es difícil ya que nos exponemos a
que nos vean diferente, nos cuestionan porque no seguimos la regla que todos
siguen, nos critican por ser diferentes, nos ven como locos o el grano de arroz
negro dentro del gran conjunto de arroces de color blanco, las criticas son de
los que viven toda la vida en los bolsillos de sus gigantes, son los que tienen
miedo a cambiar, son los que tiene prejuicios y viven toda la vida de una forma
porque así se los enseñaron, porque posiblemente jamás han visto la luz de la
verdad en sus vidas y porque es muy cómodo vivir de esa forma.
¿Con cuántos gigantes hemos vivido? Una
amistad enfermiza, una relación desgastante y dependiente, un empleo monótono,
una vida sin chiste donde no solo permanecemos en un bolsillo de un gigante, si
no de varios.
Pero eso no es lo peor, lo realmente peor
es cuando nosotros nos convertimos en gigantes de otros y traemos a la gente que
supuestamente nos necesita en nuestros bolsillos, sin querer nos volvemos
controladores, egoístas, sentimos que el mundo no puede girar sin nosotros, eso
es triste porque nos hacemos esclavos de nuestro ego, desafortunadamente en
nuestro afán de ayudar a las personas que amamos, no los soltamos, no los
dejamos ser ellos mismos, ellos por su lado tienen miedo de salirse de nuestros
bolsillos y nosotros nos sentimos únicos teniéndolos esclavizados a nosotros y así
empieza el circulo vicioso.
Pero esta situación aplica tanto a hombres
como a mujeres, los hay de todo, he conocido hombres y mujeres dependientes que
han hecho de todo y también hombres y mujeres controladores que son capaces de
todo, quizá alguna vez fui así, lo confieso, en algún momento de mi vida fui
controladora y también fui dependiente, pero hoy ya no, lo juro, y por eso lo escribo.
En la historia de la humanidad podemos
leer que hubo hombres y mujeres que fueron tachados de locos, atrevidos,
transgresores. que faltaron a las costumbres y a la regla, pero que hoy en día
hasta monumentos hay de ellos y se les toma como ejemplo, se les cita y hasta
conmemora, como el caso de Giordano Bruno que fue quemado en la hoguera solo
por decir en ese tiempo que había otros planetas con otras vidas entre otras
cosas y ahora hay una estatua de él en Italia, y que decimos de mujeres, Sor
Juana Inés de la Cruz que se atrevió a vestirse de hombre para ir a la
universidad a ella no la quemaron pero se quedo encerrada en un convento, y hoy
en día se sigue citando, ellos como muchos otros y mucha gente común se han atrevido
a ser diferentes soportaron criticas y la consecuencia de sus actos, pudieron
alguna vez equivocarse, pero eso mismo los hizo más fuertes, somos seres
extraordinarios que podemos emprender todos los días expediciones nuevas por la
vida, el chiste es querer hacerlo sin ser dependientes y sin ser controladores.
Esta gran escuela que es la vida nos da unas lecciones que si no las entendemos y aplicamos es porque de plano nos gusta la mala vida.
Gracias a todos por leerme, les deseo que toda la luz del creador ilumine sus vidas por siempre.
Gracias a todos los que me escuchan por las noches en el programa.
Con amor infinito.
Alejandra
Excelente meditación, me sirvió de mucho
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